El 25 de mayo de 2025 pasará a la historia como uno de los días más memorables del automovilismo español. Álex Palou ha ganado las 500 Millas de Indianápolis, convirtiéndose en el primer piloto español en conquistar esta legendaria carrera. El piloto catalán no solo hizo historia a nivel personal, sino que también ayudó a completar un hito nacional: la Triple Corona del automovilismo para España.
La hazaña de Palou se une a las victorias de Fernando Alonso en el Gran Premio de Mónaco y de Marc Gené y Miguel Molina en las 24 Horas de Le Mans, consolidando a España como una potencia consolidada en las tres carreras más prestigiosas del mundo del motor.
Una carrera legendaria con final épico
La edición número 109 de las 500 Millas de Indianápolis fue una auténtica batalla estratégica. Palou partió desde la sexta posición en la parrilla, manteniéndose entre los primeros durante la mayor parte de la carrera. Su momento clave llegó en las últimas 20 vueltas, cuando ejecutó un adelantamiento magistral sobre Marcus Ericsson, campeón de 2022, y logró mantener el liderazgo en los giros finales a pesar de una bandera amarilla que comprimió el grupo.
Tras casi tres horas de carrera, Palou cruzó la meta como ganador, con un tiempo total de 2 horas, 57 minutos y 38 segundos. Le acompañaron en el podio el sueco Marcus Ericsson y el estadounidense David Malukas, quienes reconocieron la impecable actuación del español.
Celebración con leche y emoción desbordante
La victoria de Álex Palou en Indianápolis lo convirtió en leyenda. Siguiendo la tradición de la carrera, el catalán bebió leche en el podio rodeado de su equipo y familiares. El propietario de Chip Ganassi Racing, Chip Ganassi, se mostró visiblemente emocionado al ver cómo su piloto estrella inscribía su nombre en la historia del deporte.
“Esto es un sueño hecho realidad. Ganar aquí era mi mayor objetivo desde que llegué a Estados Unidos. Hoy, España está en lo más alto del automovilismo mundial”, declaró Palou entre lágrimas.
Palou, líder imbatible de la temporada 2025
Con esta victoria, Álex Palou refuerza su liderazgo en la clasificación general de la IndyCar Series 2025. El piloto de 28 años ha logrado cinco victorias en las primeras seis carreras del año, mostrando una regularidad y madurez extraordinarias. Acumula ya una ventaja de más de 100 puntos sobre su más cercano perseguidor, el mexicano Patricio O’Ward.
Todo indica que Palou podría conquistar su tercer título en la categoría, tras sus campeonatos en 2021 y 2023, convirtiéndose en uno de los pilotos más dominantes de la era moderna de la IndyCar.
La Triple Corona del automovilismo ya es española
La victoria de Palou tiene un simbolismo especial para el automovilismo español. Hasta ahora, ningún país fuera del Reino Unido había logrado ganar las tres grandes carreras del motor: el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, las 24 Horas de Le Mans y las 500 Millas de Indianápolis.
España ya había conquistado el GP de Mónaco con Fernando Alonso en 2006 y las 24 Horas de Le Mans con Marc Gené (2009) y Miguel Molina (2021 y 2023). Con esta victoria de Álex Palou, España se une al exclusivo grupo de naciones que han completado la llamada Triple Corona del automovilismo.
El legado de Palou trasciende fronteras
Más allá del impacto deportivo, el triunfo de Álex Palou está llamado a tener consecuencias duraderas en la popularidad del automovilismo en España. Hasta hace pocos años, la IndyCar era una categoría desconocida para el público español. Hoy, gracias al éxito del piloto de Sant Antoni de Vilamajor, miles de aficionados siguen cada carrera, y los medios nacionales cubren cada movimiento del campeonato estadounidense.
Palou ya había sido campeón de la IndyCar en 2021 y 2023, pero su victoria en Indianápolis lo eleva a un nivel aún más alto. Su rostro quedará esculpido en el mítico trofeo Borg-Warner, reservado exclusivamente para los ganadores de esta prueba histórica.
Álex Palou gana las 500 Millas de Indianápolis y con ello se convierte en un icono no solo del automovilismo español, sino del deporte mundial. Su victoria no solo le otorga un lugar privilegiado en la historia del motor, sino que coloca a España en lo más alto del automovilismo internacional. Con un futuro brillante por delante, Palou ya es una leyenda viva que sigue escribiendo páginas gloriosas en cada curva.
