Lucía Sánchez Valera, hija de Paco de Lucía, ha estado luchando durante 14 años para recuperar los derechos de autor de su padre, tras el registro de sus obras por parte de otros compositores y arreglistas en los años 70. Ahora, después de una sentencia favorable por parte del titular del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Madrid, el magistrado Jorge Montull Urquijo, se ha reconocido que Paco de Lucía es el autor de las obras musicales en las que figuraba como coautor oficial José Torregrosa.
Lucía Sánchez, abogada de Propiedad Intelectual, se muestra satisfecha por el fallo de la sentencia, ya que, además de reconocer la autoría musical de su padre, considera importante que la sociedad española valore la importancia de los flamencos como músicos, con composiciones cuya propiedad intelectual les corresponde solamente a ellos.
La práctica habitual en los años 70 del pasado siglo de registrar las obras de los flamencos no por los autores, sino por otros compositores y arreglistas que se apropiaban de unos porcentajes escandalosos -entre el 70% y el 50%- ha sido desenmarañada a lo largo de 14 años de lucha por la abogada. Se ha conseguido la condición de autor a quien ideó la obra, la creó y la desarrolló.
A partir del lanzamiento del cuarto disco en solitario de Paco de Lucía, ‘Fuente y Caudal’ (Philips, 1973), que contiene la rumba ‘Entre dos aguas‘, el genio de Algeciras se convirtió en una figura internacional, por lo que, tuvo que acudir a alguien que le registrara los temas, cuyos derechos de autor quedaron ilícitamente compartidos cuando la propiedad correspondía a Paco de Lucía.
La sentencia condena a los herederos de José Torregrosa, viuda y dos hijas, a indemnizar a la familia con 10.000 euros por daño moral, además de devolver todas las cantidades percibidas indebidamente a la viuda, Gabriela Cansedo, su segunda esposa, y los hijos de Paco de Lucía. Aunque, cuantificar la cantidad que los herederos de Torregrosa han de reintegrar con el interés legal correspondiente es difícil de concretar.
Lucía Sánchez señala que lo ocurrido durante tantos años es impagable, no solo por el daño moral a su padre, sino por lo concerniente a los flamencos y a todos los músicos de este país, ya que, nadie tiene derecho a apropiarse de la obra de un creador. Por eso, el fallo también ordena a la Sociedad General de Autores de España (SGAE) que se elimine el nombre de Torregrosa de los registros oficiales de la SGAE, lo que podría afectar a un gran número de obras musicales.
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